En septiembre del 2008 inicié un viaje con el objetivo de estudiar
e investigar técnicas bereberes de joyería
en diversas partes del norte de África, en este caso el país de Marruecos.
A mi llegada a la ciudad de Marrakech quedé maravillada con
la gran destreza y meticulosidad con que trabajan los artesanos orfebres de este país, y me dispuse
a preguntar a diferentes comerciantes o lugareños en que lugares se fabricaba la joyería que
tan elegantemente portaban las mujeres bereberes, me dijeron que
principalmente, en la ciudad de Tiznit que se encuentra al sur de Marruecos donde los
joyeros se han especializado en el trabajo de la plata y oro durante siglos y
en otros lugares más retirados colindantes con el desierto del Sahara, como Oarzazat, Tafroute, y algunas comunidades en la región de
Esaguira.
Así que tres días después de mí estancia en la ciudad de
Marrakech, la siguiente ciudad de mi itinerario fue Oarzazat, el Hollywood
marroquí, ya que en este lugar se han filmado muchas películas famosas, como
Asterix y Obelix , su kasbah es utilizado como un set de filmación; aquí
en Oarzazat encontré un mercader de artesanías bereber que era de un pueblo de
la ciudad de Zagora, al sur de Merruecos, el me comento que en Amazrou un
pueblo cercano a su ciudad natal , había una familia que se dedicaba a trabajar
el arte orfebre bereber.
La ciudad es tan bella que
es utilizada como set cinematográfico. A la entrada la ciudad pude observar una
escultura enorme de una cinta cinematografica
Revisé mi mapa y vi que se encontraba retirado de mi itinerario,
ya que me dirigía a Tiznit, pero de cualquier manera decidí ir a conocer ese
lugar del que me había hablado el comerciante de joyería, Amasrou en la ciudad
de Zagora, pueblo colindante con el desierto del Sahara.
Once horas duró el recorrido hasta la ciudad de Zagora; en esta
ciudad me hospedé ya que averigüé que el pueblo al que yo quería ir solo estaba
a quince minutos. Al otro día salí temprano a buscar a la familia de bereberes
que trabajaban la joyería.
Después de una larga caminata en el pueblo de Amazrou y de preguntar aquí y preguntar allá, de
meterme a una tiendita atendida por un viejecito y comer dulces árabes, me
encontré a una persona que sabía de la familia de orfebres que vivía en el
pueblo.
Nordín me llevo al taller de los artesanos joyeros, atravesamos nuevamente el pueblo, el Kasbah y
llegamos al taller que yo estaba buscando,
aquí nuevamente pude maravillarme de la forma en que trabajan los
artesanos aquí en marruecos.
Y no era solo un taller de joyería, era un castillo bereber, donde
trabajaban también diferentes técnicas de joyería y orfebreria, trabajaban el
hueso, la madera, cerámica, trabajaban la piel y contaba con una galería de
antigüedades maravillosa.
El Maestro Abdoul Elmoustahli me platicó que su familia lleva una tradición de cien años
trabajando la orfebrería, la forma en que aprendió su abuelo fue por medio de
una familia que llegó de Sudáfrica y les enseño a trabajar estas técnicas de
fundición de metales.
La forma en cómo trabajan la plata para hacer las joyas bereberes
en el taller de la familia Elmoustahli,
es con la técnica de fundición en tierra que es muy antigua, esto es ,
hacen un molde con barro y arena, con alguna pieza de joyería ya fundida hacen
la impresión en el molde, juntan las dos partes del molde, después realizan el
canal de fundición que es por donde va ser conducido el metal, funden el metal
en un crisol, y después lo vierten en el molde y ya cuando se enfría este ,
lo abren para cortar las rebabas que le pudieron quedar a la pieza de joyería y dar terminado a la pieza y abrillantarla.
En el taller de el Maestro Abdoul
Elmoustahli , trabajan un promedio de cinco personas, el Maestro
fundidor que se encarga de la fragua, hacer las aleaciones de metales, fundirlo
y vertirlo, están tres personas que se encargan de darle terminado a los dijes,
brazaletes, pendientes, de limarlos, y abrillantarlos, por medio de una lima,
sus manos y sus pies, y claro, el Director que es el abuelo Mabara Elmoustahli
de 70 años que es el que va dirigiendo y revisa el trabajo de todos y que se haga de la mejor forma; toda una
familia que trabaja el arte bereber, la cual tuve el honor de conocer y de que
me enseñaran la forma de cómo trabajan la joyería bereber tradicional, con sus
técnicas que han ido aprendiendo de generación en generación , respetando la
formas antiguas sin usar maquinaria, esto es parte de la riqueza cultural de este país.
Después
de tres días de ir a aprender cómo se fabricaban las joyas bereberes, en Zagora
descubrí el suks (mercado) más grande de dátiles que había visto en mi vida, un
hermoso mercado del tamaño de media hectárea, ese día de la semana era el día
de plaza, así que había mucha gente comprando, vendiendo, empujándote, me gustó
ya que me recordó a los mercados mexicanos, ¡ese día fue el que comí mas
dátiles y aceitunas en toda mi vida!, ¡me encantan!.