27 dic 2010

Alfareros Mazahuas, Coachochitlán, México.

La localidad de Santiago Coachochitlán Barrio del Rincón de origen Mazahua prehispánico, está situada en el Municipio de Temascalcingo, a hora y media de la ciudad de México.

Aquí en Coachochitlán (como todos sus habitantes le nombran) se trabaja la alfarería desde épocas antiguas, mucho antes de la llegada de los españoles.

En un viaje que hice por parte del IIME (Instituto de Investigaciones Mesoamericanas) para el cual trabajo, se realizó un proyecto documental acerca de cómo trabajan la alfarería, en especial como se fabrican los crisoles y copelas, que son los recipientes que se usan en la industria de la metalurgia, minería y joyería para la fundición de los metales.

De esta manera tuve la oportunidad de investigar, ver y participar en el proceso de elaboración de crisoles en esta comunidad indígena Mazahua; en los días que estuve trabajando a lado de una familia de Alfareros con una tradición de más de cuatro generaciones me percate de la maestría que poseen en su oficio y esto se lo deben a que sus conocimientos los han ido heredando de generación en generación y trasmitiéndolo a sus hijos y nietos.

Todo esto para documentar la forma en cómo se elaboran los crisoles para fundición en esta comunidad.
Como partícipe del IIME nos entrevistamos con el Maestro Ignacio Durán el cual tiene una tradición familiar en este oficio de más de tres siglos.
Don Ignacio nos comento que la materia prima para elaborar estos recipientes es muy importante debido a que deben soportar temperaturas mayores a los 1009 grados centígrados, los crisoles están compuestos básicamente de dos tipos de barros , uno de café claro y otro rojizo los cuales traen de unas minas cercanas a la población.
De esta manea una vez conseguidas estas tierras (barros) se procede a molerlos para tratar de obtener lo más posible un polvo fino, Don Ignacio comenta que cuando él era niño su padre le enseño a utilizar un tablón de madera para golpear el barro recién traído y convertirlo en polvo, sin embargo ahora de adulto se ha dado cuenta que sus fuerzas no son como las de antaño y prefiere usar las llantas de su camioneta para esta proceso.
A continuación una vez triturado el barro se tamiza, utilizando una malla de mosquitero para separar los fragmentos grandes de las partículas finas. Esto lo hace con los dos tipos de barros que integran la composición del crisol.
Posteriormente va a mezclar seis paladas de la tierra café con cuatro paladas de la tierra roja para después agregarles poco a poco el agua y comenzar a amasar dicha mezcla.
En este proceso pudimos observar como Luis en nieto de don Ignacio de seis años de edad, ayudaba a hacer la mezcla, ya que le gustaba jugar con sus manitas en el lodo fresco.
La mezcla con el agua y los barros no es nada sencilla ya que se requiere de mucha fuerza en los brazos para poder lograr una integración completa de ambos ingredientes.  Después de dos horas del proceso de amasado se deja reposar el barro por veinticuatro horas antes de ser utilizada.
Durante este proyecto de investigación tuve la fortuna de estar durante la fiesta religiosa de semana santa y presenciar la procesión del silencio que hacen los integrantes de la comunidad cuando cargan pesadas cruces de madera para emular la crucifixión de Cristo.
Al día siguiente pude documentar a Don Ignacio durante todo el proceso de modelado de distintos estilos de crisoles y copelas que se utilizan para fundir metales preciosos en la industria de la minería y joyería.

Don Ignacio es una persona jovial y muy amable, cuando le preguntaba sobre algunos procesos técnicos de elaboración de los crisoles me sorprendió cuando en vez de darme la respuesta de manera directa me invito a sentarme en la silla de su taller y enseñarme con mucha paciencia el arte milenario de fabricación de crisoles.
Es por ello que este articulo y fotografías se las quiero dedicar a el y a su familia como mi humilde agradecimiento a su enseñanza y a la cordialidad  con que nos recibieron en su casa y compartieron con nosotros sus alimentos.

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